Volvemos a los individuos de hoy capaces de competir en el mercado de mañana y de vivir a su manera.
En un mundo automatizado y bajo constante amenaza de guerras ideológicas, no hay nada más poderoso que un individuo que puede pensar de manera clara y argumentar de forma contundente.
Vivimos en una época de retos particulares que no todos estamos preparados para enfrentar.
La automatización reemplaza cada vez más plazas en el mercado, lo cual lo vuelve más competitivo.
El mundo moderno ofrece muchas libertades que traen consigo confusión sobre cómo vivir la vida.
Diferencias en ideologías polarizan a las sociedades y vuelven a sus miembros más hostiles que antes.
El uso del pensamiento crítico nos permite cambiar las creencias que no podemos respaldar.